3 beneficios de Conducción Ósea

Noviembre ha llegado y las festividades ya están próximas. Es probable que en la lista de regalos para Navidad de los niños o dentro de nuestro listado de artículos para lograr los objetivos del próximo año para mantener nuestra figura, se encuentre un nuevo par de audífonos.

Hay una gran variedad de marcas de audífonos – probablemente podamos nombrar al menos 6 que nos vengan a la cabeza- Beats By Dre, Skullcandy, Bose y Apple. La variedad en diseños también es extensa – el clásico auricular, de clip, ligeros, cerrados supra- aurales, intra-aurales, etc.- Muchos de nosotros hemos usado la mayoría de estos tipos de audífonos.

Este artículo hablará sobre los beneficios de los audífonos que, tal vez, nunca hayan probado antes. - De conducción ósea.

¿Qué es la conducción ósea?

El sonido está hecho de vibraciones. Cuando escuchamos la radio sonando en un auto cercano, un Golden Retriever ladrando por la calle, el tocino friéndose en un sartén, estamos escuchando por medio de vibraciones que son enviadas a través del aire a nuestros tímpanos.

Algunas de esas vibraciones llegan a nuestro oído interno. Así es, esencialmente, la manera en la que funcionan los audífonos tradicionales o de conducción aérea.

La conducción ósea ofrece una manera diferente de escuchar. En vez de enviar vibraciones a través de los tímpanos, la conducción ósea envía vibraciones mediante los pómulos y el oído interno, evitando por completo el tímpano. Estás escuchando de la misma manera que escuchas tu voz cuando tapas tus propios oídos (¡Inténtalo!).

La tecnología de la conducción ósea ha existido durante décadas. Es probable que la hayas visto en algunos auxiliares auditivos. Google Glass adoptó esta tecnología también. Recientemente ha sido re-diseñada para audífonos desde principios del año 2000.

Entonces, ¿qué beneficios ofrece esta tecnología de audífonos de conducción ósea?

#1 Incrementa el Estado de Alerta.

¡Esta es de las principales!

Sumergirte en tu playlist o en la historia de tu audiolibro es un gran escape mientras caminas, corres, pedaleas o manejas, pero esto es un hábito que incrementa potencialmente el riesgo de provocar o tener accidentes; cerrarte al mundo exterior también te cierra a escuchar autos, sirenas, cláxones o gritos.

De acuerdo a un estudio realizado por la Escuela de Medicina y el Centro Médico de la Universidad de Maryland en Baltimore, en 2012, 70% de estos accidentes terminan en muerte.

Con los audífonos de conducción ósea, los sonidos no se transmiten dentro de tus oídos, aislando tus sentidos. En vez de eso, los transductores se asientan en los pómulos fuera de los oídos, dejándolos completamente abiertos a los sonidos del entorno.

Si estás corriendo al aire libre, serás capaz de escuchar cuando algún corredor se aproxime a ti. Si vas en bicicleta por la Ciudad, podrás darte cuenta si tu perro se soltó de la correa. Si estás trabajando en construcción, podrás disfrutar de escuchar música permaneciendo alerta a cualquier peligro que pueda presentarse. Si estás trabajando en un cubículo, permanecerás conectado al ambiente de tu oficina y estar accesible a tus colegas de trabajo.

#2 Ajuste más cómodo

¿Se caen tus audífonos? ¿Te duelen tus canales auditivos? ¿Los audífonos de diadema son muy pesados para tu trote matutino?

Reconozcámoslo- La mayoría de los audífonos no obtienen su reputación precisamente por ser cómodos. Una de las cosas más molestas, es ir corriendo con audífonos de cable que van moviéndose y lidiando con regresarlos a su posición durante todo el recorrido evitando que se salgan del oído por el sudor.

Los audífonos de conducción ósea dejan ese drama a un lado ya que tus oídos quedan fuera de la ecuación. Para muchas personas, es mucho más cómodo y estable.

#3 Una manera única de escuchar

Puedes entretenerte escuchando tus canciones favoritas a través de tu oído interno, mientras disfrutas de los sonidos del mundo exterior a través de tus tímpanos. Se convierte en una experiencia auditiva única que no se asemeja a ninguna otra. Es casi como tener un súper poder.

Es algo que, simplemente, tienes que ver –o escuchar- para creer.